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ATENTA INVITACIÓN

Publicado: julio 9, 2012 en Uncategorized

Para los estudiantes de sexto y octavo semestres de la Licenciatura en Psicología, este viernes 13 de Julio, se impartirán las asesorías de las pruebas psicológicas de ESFA y PERSONA BAJO LA LLUVIA de 11:00 a 13:00 pm. Los esperamos.

 

Atte.

Lic. Aymara Mancilla.

ATENTA INVITACIÓN

Publicado: julio 9, 2012 en Uncategorized

Para los estudiantes de sexto y octavo semestres de la Licenciatura en Psicología, este viernes 13 de Julio, se impartirán las asesorías de las pruebas psicológicas de ESFA y PERSONA BAJO LA LLUVIA de 11:00 a 13:00 pm. Los esperamos.

 

Atte.

Lic. Aymara Mancilla.

PRESENTACIÓN POWER POINT

Publicado: enero 12, 2012 en Uncategorized

Bienvenida

Publicado: enero 12, 2012 en Uncategorized

Hola chicos!!!

Bienvenidos a este nuevo semestre que para algunos implica el cierre de su carrera y para otros seguir avanzando en ella… Esperemos compartir muchas experiencias de aprendizaje y de vida.

Hasta entonces.

Lic. Aymara Mancilla.

Bienvenidos

Publicado: enero 25, 2011 en Uncategorized
Etiquetas:

Hola chicos…

Deseándoles un buen inicio de semestre…espero tener visitas durante estos meses en mi blog.

Los estima: Lic. Aymara Mancilla.

Primeros Auxilios Psicológicos
para intervenir con personas en Crisis Emocional

Psicólogo Juan Carlos García Ramos

psicgarcia@yahoo.com.mx

Presentación

En la actualidad, la exigencia de ofrecer más y más servicios de salud mental ha llevado, a los profesionales de la psicología, a plantear nuevas formas de intervención, breves y rápidas, con el propósito de atender una demanda poblacional que se incrementa día a día. Considerando la escasez de personal competente para responder de manera inmediata y atingente una emergencia psicológica, se ha trabajado en la formación de personas que intervengan en momentos de crisis emocional, dando como resultado, el material que se describe.

Los Primeros Auxilios Psicológicos han tenido un proceso conceptual evolutivo y construccionista de poco tiempo. En la Ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro, desde el año de 1995 se han compilado diversos materiales y experiencias donde se procura la formación de especialistas que ofrezcan una intervención urgente y un tratamiento corto a personas que pasen por una situación emocional crítica. Las bondades del modelo propuesto permite ser utilizado, como primera ayuda emocional, por personas que no cuentan con una formación profesional en el área de la salud mental; esto es, por maestros, orientadores, personal del equipo de salud, padres de familia y jóvenes lideres. El procedimiento de ayuda, utilizado por este grupo poblacional, tiene sus delimitaciones  para proteger el mal uso del modelo y sólo se destacan elementos básicos para la primera ayuda emocional: Los Primeros Auxilios Psicológicos.

¿Teorías de las Crisis?

La teoría está basada en los trabajos de Lindemann y Caplan, posteriormente fueron ampliados, desarrollados y modificados por L Rapaport, N Parad, D Kaplan, Jacobson, M. Strickler y P. Sifineos. El modelo de intervención en crisis es planteado por Slaikeu, retomado por autores de la terapia cognitiva conductual de urgencia: Ruiz Sánchez, Imbernón González y Cano Sánchez. Actualmente conocemos los trabajos latinoamericanos sobre la psicología de emergencias y por el Centro de Intervención en Crisis de Jalisco (México) coordinado por el Mtro. José Francisco Gutiérrez Rodríguez. El presente texto es una actualización de dichos aportes, realizado para difundir los Primeros Auxilios Psicológicos en la Ciudad de Querétaro, a cargo del Psicólogo Juan Carlos García Ramos y Colaboradores.

De la escuela psicoanalítica se desprende la idea de que existe un equilibrio que involucra varias fuerzas y que mantiene la homeostasis ante la presencia de un conflicto psíquico.

Los aportes a la teoría de la Intervención en Crisis señalan que, los patrones de procesos psicológicos no son estáticos, sino que están en constante cambio desde que una persona nace hasta que muere. Estos procesos forman un continuo el cual puede ser comprendido más fácilmente si se hace un examen transversal en diversos puntos de éste.

De la escuela cognitivista se toman los conceptos del énfasis en las áreas fuertes y el potencial de crecimiento que tiene cada individuo.

Erick Erickson propuso el concepto de que la crisis no solamente contiene un potencial patológico sino que también es una oportunidad de crecimiento y desarrollo. De manera que, a la vez que la crisis representa un riesgo, también implica una oportunidad.

Las aproximaciones teóricas de Lindemann permitieron desarrollar las técnicas de Intervención en Crisis. Dichas aproximaciones se refieren al mantenimiento de la Salud Mental y a la prevención de la desorganización emocional; está basado en el estudio sobre una comunidad, en donde se observaron las reacciones y disturbios emocionales subsecuentes a determinados eventos sociales en situación de desastre. Lindemann y Caplan precisaron los aspectos más importantes de la Salud Mental : el estado del yo, la etapa de maduración en la que se encuentre y la cualidad de su estructura de personalidad. Así mismo, menciona que para evaluar dichos aspectos del Yo, es necesario basarse en las siguientes áreas:

1.-   La capacidad de la persona para tolerar el estrés y la ansiedad, sin perder el equilibrio.

2.-   El grado que tiene la persona para reconocer la realidad y enfrentar los problemas.

3.-   El repertorio de mecanismos que tiene la persona y que mantienen su equilibrio biopsicosocial.

Caplan propone que todos los elementos que componen la vida emocional de los seres humanos, pueden ser evaluados para efectos de prevención en Salud Mental. Las demandas materiales, físicas y sociales, así como las necesidades, los instintos y los impulsos del individuo, deben todos de considerarse determinantes de la conducta.

Estos puntos son las situaciones críticas que suceden durante la vida de una persona y que tienen el potencial de mejorarla o empeorarla. Una crisis es la respuesta a eventos peligrosos o amenazantes, y es vivida como un estado doloroso y de intenso sufrimiento. Es por esto que tiende a movilizar reacciones muy poderosas para ayudar al sujeto a aliviar su malestar y a recuperar el equilibrio o la situación que existía antes del inicio de la crisis. Si esto sucede, la crisis puede ser superada y además la persona aprende a emplear nuevas reacciones adaptativas que le pueden servir en el futuro. Además, es posible que al resolver la crisis, la persona madure a etapas superiores y se sienta con un mejor estado mental y emocional que el que tenía antes de la crisis.

¿Crisis Emocionales?

En determinado momento de la vida, de casi todos los seres humanos, se presentan una serie de sucesos que llevan a enfrentar un estado de crisis emocional, la  cual, de no ser resuelta adecuadamente, los ubicaría en riesgo de padecer graves problemas psicológicos y trastornos mentales. La intervención con el uso de Primeros Auxilios Psicológicos resulta tan atingente como la de un paramédico cuando procede a detener una hemorragia arterial y deja a posteriori, un tratamiento de recuperación de hemoglobina.

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar (emocional y cognitivamente) situaciones particulares, utilizando  métodos no acostumbrados para la solución de problemas y obteniendo un resultado radicalmente positivo o negativo.

Una persona que atraviesa por un estado de crisis se encuentra en una momento vitalmente importante para continuar el curso de su vida. No importa qué tipo de crisis sea, el evento es emocionalmente significativo y ha implicado un cambio radical en su vida. El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación, así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan satisfactoriamente. El problema rebasa sus capacidades de resolución y, por lo mismo, se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución.

La intervención a cabo por un profesional de la Salud Mental puede ofrecer una ayuda inmediata, administrando la dosis de medicamentos correctos y/o iniciando un trabajo terapéutico de reajuste mental. Con el propósito de restablecer el equilibrio emocional que preparé o evite tal tratamiento especializado, es necesario una primera intervención, generalmente, de una terapia breve cuyo principal objetivo es dar apoyo psicológico, ayudando a la persona en el preciso momento en que ésta lo requiere o solicita.

¿Qué es un estado de Crisis?

Es un momento de trastorno y desorganización (emocional, cognitiva y conductual), caracterizado principalmente por una incapacidad de la persona para manejar situaciones particularmente conflictivas, donde debiera utilizar los métodos acostumbrados para la solución de problemas y lograr un estado de adaptación.

¿Cuáles son las características de la Situación de Crisis?

Evento Peligroso:

Acontecimiento estresante, interno o externo a nuestro mundo personal, que ocurre en el curso de la vida, que inicia una serie reacciones en cadena. Los eventos pueden ser anticipados y predecibles o bien inesperados y accidentales.

Estado Vulnerable:

Tipo de reacción subjetiva ante el evento peligroso, la persona responde según sea su percepción del evento.

Factor Precipitante:

Eslabón entre los eventos causantes de la tensión y el estado vulnerable, convirtiéndolo en un estado peligroso lo suficientemente poderoso para iniciar la crisis, o bien puede ser un incidente sin importancia aparente

Estado de Crisis Activo:

El individuo se encuentra en estado de desorganización, la tensión excitante lo ha invadido, su proceso homeostático se desequilibro; la duración será de 1 a 4 horas; puede experimentar “visión en túnel”; exceso de actividad sin objetivo o inmovilización; alteraciones cognoscitivas, acompañado por preocupaciones o ideas distorsionadas por los eventos. Posteriormente se llega a un periodo de reajuste gradual y resignificación, reforzando mecanismos de afrontamiento y adaptación.

Agotamiento:

La persona puedo haber manejado efectivamente, y durante tiempo prolongado, la situación de emergencia pero llega a un punto de agotamiento en el cual no tiene más fuerza para afrontar la situación y sus mecanismos adaptativos “casi se desintegran”

Choque:

Un cambio repentino en el entorno de la persona provoca que las emociones sean liberadas de manera explosiva, lo cual incapacita los mecanismos de enfrentamiento. Como no existe un aviso previo que permita al individuo asumir el impacto, cae en estado de choque emocional.

¿Qué son los Primeros Auxilios Psicológicos?

Es la intervención psicológica en el momento de Crisis, entendiéndose como una ayuda breve e inmediata de apoyo y rescate a la persona para reestablecer su estabilidad emocional y facilitarle las condiciones de un continuo  equilibrio personal.

¿Cómo surge la técnica de los Primeros Auxilios Psicológicos?

Se construye a partir de un proceso teórico-técnico de trabajo multidisciplinario, el cual, incorpora las siguientes experiencias metodológicas:

l      El Modelo utilizado en el Centro de Intervención en Crisis (CIC), ubicado  en el Estado de Jalisco, México, y coordinado por el Mtro. José Francisco Gutiérrez Rodríguez.

l      La apertura del Centro de Intervención en Crisis Emocional (CICE) en la Ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro, México, coordinado el Psicólogo Juan Carlos García Ramos.

l      De las aportaciones de la  psicología de emergencia, difundida en la Unión Americana y en países de Latinoamérica.

l      La teorías de Lindemann y Caplan,

l      Conceptos ampliados, desarrollados y modificados por Rapaport, Parad, Kaplan, Jacobson,  Strickler y Sifineos.

l      El modelo de intervención en crisis planteado por Slaikeu.

l      Modificaciones a la teoría de la crisis por autores de la terapia cognitiva conductual de urgencia: Ruiz Sánchez, Imbernón González y Cano Sánchez.

¿Cuáles son los Objetivos de la Atención ?

·        Alivio en lo inmediato de los síntomas de reacción.

·        Restauración de un nivel de funcionamiento CASIC mínimo: (Cognitivo, Afectivo y Somático, Interpersonal y Conductual)

·        Cierta comprensión de los eventos precipitantes relevantes que condujeron al desequilibrio.

·        Identificación de los recursos de ayuda y rescate que se pueden utilizar: Personales, familia, profesionales, comunidad, etcétera.

·        Iniciar nuevas formas de Percibir, Pensar y Sentir lo hasta ahora sucedido,

·        Desarrollar habilidades de afrontamiento efectivo, autoestima, asertividad y solución de conflictos.

  • Dar seguimiento a la intervención o asegurar su atención especializada posteriormente.

Principios Clínicos de los Primeros Auxilios Psicológicos

Oportunidad:

Una ayuda terapéutica breve y de urgencia, con tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en situaciones de crisis; el proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después de un incidente crítico puede tomar de 1 a 6 semanas (Caplan,1964). Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso (puede ser en servicios de emergencia o en teléfonos de ayuda). El énfasis en la oportunidad se considera para reducir el peligro de respuestas violentas (autodestructivas) y, al mismo tiempo, para capitalizar la motivación del paciente para hallar un nuevo planteamiento para afrontar las circunstancias del suceso.

Metas:

Lo principal es ayudar a la persona a recuperar su nivel de funcionamiento emocional equilibrado, que tenía antes del incidente que precipitó la crisis, o potencializar su capacidad creativa para superar el momento crítico.

Valoración:

Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada una de las áreas personales (CASIC) implicados en la crisis. La información acerca de qué está mal en la vida de una persona (como el desmoronamiento de la relación matrimonial) se complementa con la información acerca de qué es aún funcional (alguien, en un sistema red de amigos).

Intervención de Primer y  Segundo Momento

Podemos comenzar por describir los Primeros Auxilios Psicológicos, o  intervención en crisis de primera momento, que abarca la asistencia inmediata y de modo usual lleva sólo una sesión (encuentro interpersonal). Los Primeros Auxilios Psicológicos pretenden ofrecer apoyo emocional, reducir el peligro de muerte y enlazar a la persona en crisis con los recursos sociales de ayuda. Aún más, esto puede y debería ejecutarse por parte de las personas que perciban la necesidad en el momento y lugar en que aquella surge. Se puede instruir a los hijos, padres, maestros o estudiantes, del mismo modo, para que se den primeros auxilios físicos en situaciones de urgencia médica.

La intervención en crisis de segundo momento o terapia psicológica, se refiere a un proceso terapéutico breve que va más allá de la restauración del afrontamiento inmediato y, se encamina a la resolución de la crisis de manera que el incidente respectivo se integre a la trama de la vida en la persona alterada. El efecto que se desea para el individuo es que emerja listo y mejor preparado para encarar el futuro.

1ª. Intervención en crisis Primeros Auxilios Psicológicos

2da. Intervención en crisis Terapia Psicológica Breve

¿Por cuánto tiempo? De minutos a horas ¿Por cuánto tiempo? De semanas a meses.
¿Por parte de quién? Padres de familia, policía, clero, abogados, médicos, enfermeras, trabajadores sociales, maestros, estudiantes lideres,  supervisores, etc.) ¿Por parte de quién? Psicoterapeutas y Orientadores: psicología, psiquiatría, trabajo social, consejería pastoral, enfermería psiquiátrica, orientadores vocacionales, etc.)
¿Dónde? Ambiente informal: hospitales, iglesias, hogares, escuelas, lugar de trabajo, líneas telefónicas de urgencia, etc. ¿Dónde? Ambientes formal: clínicas, centros de salud mental, centros de día, consultorios, oficina escolar, etc.
¿Cuáles son las metas? Restablecer el equilibrio, dar apoyo de contención; reducir la mortalidad, rescate de eventualidades de riesgo y enlazar con recursos profesionales de ayuda. ¿Cuáles son las metas? Resolver la crisis, reelaborar y recolocar el incidente de crisis; ordenar el incidente a la trauma de vida; establecer la apertura/disposición para afrontar el futuro.

¿Cuál es el procedimiento?

La meta de los Primeros Auxilios Psicológicos es restablecer la homeostasis emocional. El objetivo es auxiliar a la persona a dar pasos concretos hacia el afrontamiento de la crisis, lo cual incluye el manejo adecuado de los sentimientos, el control de los componentes subjetivos de la situación y comenzar el proceso de solución del problema.

Existen Cinco componentes estratégicos de los Primeros Auxilios Psicológicos

1. Realizar contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o “sintonización” con los sentimientos y necesidades de una persona durante su crisis. La tarea es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica con nosotros. A si mismo, se invita a la persona a hablar, y a escucharse, sobre lo sucedido (los hechos) y dar cuenta de sus reacciones (sentimientos y actitudes) ante el acontecimiento, estableciendo lineamientos reflexivos y sentimientos encontrados. Existen varios objetivos del primer contacto psicológico; el primero es que la persona sienta que se le escucha, acepta, entiende y apoya; lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de sus ansiedades; el primer contacto psicológico puede servir para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.

2. Analizar las dimensiones del problema: La indagación se enfoca a tres áreas: a) presente b) pasado inmediato y c) futuro inmediato. El presente hace referencias a “qué sucedió, cómo te sientes, qué piensas, qué puedes hacer” (como la muerte de un ser querido, el despido, el maltrato domestico, el abandono del cónyuge, el descubrimiento de una infidelidad, la discusión con un hijo adolescente, etcétera). El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis y su indagación implica preguntas cómo: “quién, qué, dónde, cuándo, cómo”; El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son los eventuales riesgos para la persona y prepararse para las soluciones inmediatas.

3. Sondear posibles soluciones: Implica la identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después. Esto implica llevar o “acompañar” a la persona en crisis a generar alternativas seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular.

4. Iniciar pasos concretos: Implica ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta. El objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará un actitud facilitadora o directiva, según las circunstancias, en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.

5. Verificar el progreso: Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permite el seguimiento para verificar el progreso de ayuda. El seguimiento puede suceder mediante un encuentro posterior, cara a cara o por teléfono o correo electrónico. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación o determinar si se lograron o no las metas de los Primeros Auxilios Psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.

¿Qué SI hacer? y ¿qué NO hacer? en los Primeros Auxilios  Psicológicos:

1. Contactar

SI Escuchar de manera cuidadosa y refleja los sentimientos y la naturaleza de los hechos.

SI Comunicar aceptación.

NO Contar tu «propia historia”

NO Ignorar sentimientos o hechos

NO Juzgar, regañar o tomar partido

2. Dimensionar el problema

SI Plantear preguntas abiertas

SI Llevar a la persona a una mayor claridad

SI Evaluar la mortalidad

NO Depender de  preguntas de si/no

NO Permitir abstracciones continuas.

NO Soslayar las señales de “peligro”

NO Dar la razón del «problema»

3. Posibles soluciones

SI Alentar la lluvia de ideas

SI Trabajar de manera directa por bloques

SI Establecer prioridades

NO Permitir la visión de pasar por un túnel

NO Dejar obstáculos sin examinar

NO Permitir una mezcolanza de necesidades

4.Acción concreta

SI Dar un paso cada vez

SI Establecer metas  específicas de corto plazo

SI Confrontar cuando sea necesario

SI Ser directivo, sólo sí debes serlo

NO Intentar resolverlo todo ahora

NO Tomar decisiones que comprometan por largo tiempo

NO Ser tímido o prometer cosas

NO Retraerse de tomar decisiones cuando parezca necesario

5.Seguimiento

SI Hacer un convenio para recontactar

SI Acordar un segundo encuentro

SI Evaluar los pasos de acción

NO Dejar detalles en el aire o asumir que el paciente continuará la NO acción de plan por sí mismo

NO Dejar la evaluación a alguien más

Recomendaciones básicas para la atención de personas en estado de crisis por pérdida o  potencialmente autodestructiva.

ENFÓQUESE EN EL PROBLEMA. Cuando se esta desorganizado, el dolor y enojo predominan, por lo que su discurso es incoherente y distorsionado. Es necesario mantenerse en la catarsis emocional de lo que implica el problema.

VALORE LAS ÁREAS MÁS AFECTADAS. El proceso de Crisis comprende  manifestaciones en la estructura CASIC

IDÉNTIFIQUE LA PÉRDIDA. Los estados de dolor psíquico se relacionan, con mucha frecuencia, con una pérdida importante, entonces, se debe entender cual fue la pérdida y qué significado tiene para la persona; establecer lo que es bueno y malo (conveniente o inconveniente) de la situación.

NO CONFRONTAR O INTERPRETAR. No rechazar nada de lo que la persona diga, hasta que se establezca un vínculo de confianza importante, y el haber explorado todas sus opciones. Posteriormente, no de explicaciones complejas ni obligue a la persona a modificar su estado emocional. Eso lo hará sentirse culpable y desesperado.

MOTIVARLO PARA QUE SEA MAS PROPOSITIVO. Si el pensamiento de la persona es muy negativo o distorsionado, es necesario motivarle a la acción sencilla y clara, reforzando sus pequeños logros.

SUJÉTESE AL DESEO DE VIDA. En toda persona, aún con alto riesgo suicida, hay una parte que quiere vivir; es necesario enfocarse en esa parte. Cuando exprese que no hay nada por lo que quiera vivir, hay que decirle, que imagine que la detendría a cometer dicho acto. Intente crear un deseo inmediato de vida. Plantear alguna actividad para más tarde y para un día siguiente.

NO ENTRE EN DEBATE, NO DISCUTA. No contestar preguntas tales como: “Deme usted una razón para vivir”,  evitar comentarios idealistas.

SUGIERA OPCIONES POSIBLES. Ayude al individuo a encontrar metas y objetivos realistas. Provea cierto sentido de logro control sobre la situación y de como va a reaccionar ante dicha situación.

NO DÉ CONSEJOS DIRECTOS. Nunca se dan consejos directos ni se arma  sólo el rompecabezas. Guíe a la persona, busque posibilidades y dé opciones para su elección.

SEA PACIENTE. Establezca confianza y movilice sus recursos. Tenga conocimiento de los lugares o profesionales a los que pueda referir a las personas.

HAGA LAS 4 PREGUNTAS CLAVE:

¿Cuales son sus ideas relacionadas con su dificultad o problema?

¿Qué ha hecho usted para mejorar esta situación?

¿Qué es lo que ha impedido solucionar el problema?

¿Tiene usted alguien que le ayude a solucionar su problema?

DEJE QUE EL SUJETO ESTABLEZCA EL RITMO. No apresurar a la persona.

HABLE DE VARIOS TÓPICOS. En orden siempre en relación al problema.

NO PROMETA LO QUE NO ES POSIBLE. Ya que esto puede provocar que se pierda la credibilidad y la confianza.

USE SIEMPRE UN SENTIDO DE ESPERANZA. Ejemplo “Que otras cosa hay para Ud.” o “Que otras posibilidades tiene.”

MANTENGA LA CONVERSACIÓN. Enfocada en el o ella, evite las preguntas personales.

AL FINAL PIDA LOS DATOS. Al inicio la persona puede no haber querido proporcionarlos y probablemente al final coopere y pueda darlos.

ESTABLEZCA UN COMPROMISO DE BÚSQUEDA DE AYUDA. Dicho compromiso puede ser tan solo hacer una llamada telefónica, o bien acudir a alguna institución que le brinde la ayuda adecuada. Se intenta regresar el control de sus actos a la persona, así como la posibilidad de que reciba ayuda especializada.

EL PERFIL O ESTRUCTURA CASIC

Conductual. Actividades y conductas manifiestas. Patrones de trabajo, interacción, descanso, ejercicio, dieta (hábitos de comida y bebida), comportamiento sexual, hábitos de sueño, uso de drogas y tabaco; presencia de cualquiera de los siguientes: actos suicidas, homicidas o de agresión. Habilidades para resolver conflictos o salir de situaciones de gran tensión. Gama de conductas agradables (reforzantes) y desagradables (aversivas).

Afectiva. Emociones sentidas con más frecuencia. Sentimientos acerca de cualquiera de los comportamientos citados arriba; presencia de ansiedad, ira, alegría, depresión, temor, etc; adecuación, distorsión o negación de los afectos a las circunstancias. ¿se expresa o se ocultan los sentimientos?

Somática. Funcionamiento físico general, salud, enfermedades relevantes actuales y pasadas. Sensaciones placenteras o dolorosas experimentadas. Influencia del consumo de sustancias y alimentos Presencia o ausencia de tics, dolores de cabeza, malestares estomacales y cualquier otro trastorno somático; el estado general de relajación/tensión; sensibilidad de la visión, el tacto, el gusto, la percepción y el oído.

Interpersonal. Naturaleza (asertiva o conflictiva) de las relaciones con otras personas: la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de escuela o trabajo; identificación de síntoma sistémico; fortalezas y problemas interpersonales,  número de amigos, frecuencia del contacto con ellos y con los conocidos; Habilidades sociales, papel asumido con los distintos amigos íntimos (pasivo, independiente, líder, como un igual); estilo de la resolución de conflictos (asertivo, agresivo, aislado); estilo interpersonal básico (congeniante, suspicaz, manipulador, explotador, sumiso, dependiente)

Cognoscitiva. Manera de dormir y sueños diurnos y nocturnos usuales; representaciones mentales distorsionada acerca del pasado o el futuro; autoimagen; metas vitales y las razones para su validez; creencias religiosas; filosofía de la vida; presencia de cualquiera de los siguientes pensamientos: catastrofización, sobregeneralización, delirios, alucinaciones, hablarse a sí mismo de manera irracional, racionalizaciones, idealización paranoide; actitud general (positiva/negativa) hacia la vida. Expectativas sobre la terapia y atribuciones de cambio. Recuerdos, ideas e imágenes incomoda recurrentes.

Funcionamiento CASIC previo a la crisis.

Una breve historia acerca del desarrollo es necesaria, a fin de apreciar de modo completo la desorganización y el desequilibrio que sigue a un incidente precipitante particular, lo mismo si es un golpe severo aislado, como la pérdida de un ser querido o una relativamente menor es la gota que derrama el vaso después de una acumulación de tensiones.

La valoración de funcionamiento CASIC de la persona, inmediatamente anterior a la crisis incluye el énfasis en lo siguiente:

Los medios anteriores para enfrentar y resolver problemas

Los recursos personales y sociales más patentes

Las fortalezas y debilidades más notables en el funcionamiento CASIC

Conflictos irresueltos o asuntos inconclusos que pudieran reactivarse por el incidente

Relativa satisfacción o insatisfacción con la vida

La etapa del desarrollo previa a la crisis

Excedentes y carencias en cualquiera de las áreas de funcionamiento CASIC

Metas y estructuras vitales para lograr objetivos

Bondad del ajuste entre el estilo de vida y los suprasistemas familia, grupos sociales, la comunidad, la sociedad, instituciones

Otras tensiones anteriores al incidente

Los supuestos personales son la forma en que la persona da sentido y significado a su experiencia pasada, actual y expectativas futuras. Estos supuestos personales permanecen «inactivos o dormidos» a lo largo del tiempo en la memoria, y ante determinadas situaciones desencadenantes (p.e. una enfermedad física, un acontecimiento importante en la vida personal) se «activan o despiertan» y actúan a través de situaciones concretas produciendo a menudo determinados errores del pensamiento (distorsiones cognitivas) que a su vez se relacionan recíprocamente con determinados estados emocionales y conductas.

Las distorsiones cognitivas se expresan a través de las cogniciones de las personas (pensamientos e imágenes conscientes y preconscientes) que aparecen en las situaciones donde hay una intensa alteración emocional (p.e. ansiedad, rabia o depresión) y trastornos de conducta (p.e. conducta de escape fóbica o problemas de relación de pareja). A estas cogniciones se les denominan «pensamientos automáticos»

Funcionamiento CASIC durante la crisis.

El principal objetivo aquí es determinar (evaluar) el impacto del incidente precipitante en las cinco áreas del funcionamiento CASIC del individuo:

Conductual:

¿Cuáles actividades (acudir al trabajo, a la escuela, dormir, comer y así sucesivamente) han sido las más afectadas por el incidente de crisis?

¿Cuáles áreas no han sido afectadas por la crisis?

¿Cuáles conductas se han incrementado, fortalecido o dañado por la crisis?

¿Cuáles estrategias de afrontamiento se han intentado, y cual fue el relativo éxito/fracaso de cada uno

Afectiva:

¿Cómo se siente la persona con las secuelas del incidente de crisis? ¿Airado? ¿Triste? ¿Deprimido? ¿Aturdido?

¿Se expresan libremente los sentimientos o se mantienen ocultos? ¿Los sentimientos expresados son los adecuados en el manejo de la persona?

¿El estado afectivo da algunas claves como para la etapa de translaboración de las crisis?

Somática:

¿Existen molestias físicas asociados con el incidente de crisis? ¿Es esto una reactivación de problemas anteriores o es algo “totalmente nuevo”?

Si la crisis proviene de una pérdida física (pérdida de un miembro corporal, cirugía, enfermedad), ¿Cual es la naturaleza exacta de la pérdida, y cuáles son los efectos de ésta sobre otros funcionamientos del organismo?

¿Hay antecedentes de uso de drogas o sustancias que participan en el estado de crisis? ¿Requiere medicación alguna?

Interpersonal:

¿El impacto de la crisis de la persona sobre el inmediato mundo social de la familia y los amigos resulta adaptativo o se encuentra en franca desadaptación?

¿Es posible hacer uso de la red y de los sistemas sociales de ayuda?

Valorar la ayuda disponible de la familia o los amigos

¿Cuál es la actitud interpersonal que se adopta durante el tiempo de la crisis, por ejemplo, aislamiento, dependencia, etc.?

Cognoscitiva:

Las expectativas o metas vitales perturbadas por el incidente de crisis

Las reflexiones o pensamientos introspectivos usuales

El significado del incidente precipitante en la parcialidad y totalidad de la vida

Presencia de los “debería”, tales como “yo debería haber sido capaz de manejar esto”

Patrones ilógicos de pensamiento acerca de resultados inevitables

Los patrones usuales para hablarse a sí mismo

El estado del dormir

Imágenes de una fatalidad inminente

Fantasías destructivas

LOS CUATRO INDICADORES PARA RESOLVER CRISIS

TAREAS

Supervivencia física

Expresión de sentimientos

Dominio cognoscitivo

Adaptaciones conductuales/Interpersonales

ACTIVIDAD DE LA PERSONA EN CRISIS

1.        Preservar la vida (impedir el suicidio u homicidio)

2.        Mantener la salud

3.        Hacer uso de medicamentos

4.        Otorgar los Primeros Auxilios Psicológicos.

5.        Señalar tareas acerca de la nutrición, el ejercicio y la relajación

6.        Orientar sobre los cuidados físicos

7.        Expresar y reconocer los sentimientos relacionados con la crisis, de manera socialmente apropiada

8.        Explorar sobre el incidente de crisis, con atención particular sobre como se siente la persona acerca de distintos momentos de crisis.

9.        Instruir a la persona acerca del papel de los sentimientos en el funcionamiento psicológico global, y alentar modos apropiados de expresión.

10.   Elaborar una comprensión basada en la realidad acerca del incidente de crisis.

11.   Comprender la relación entre el incidente de crisis y las creencias de la persona, sus expectativas, asuntos inconclusos, ideas, sueños y metas para lo inmediato

12.   Adaptar/cambiar creencias, autoimagen y planes

13.   Reflexionar sobre el incidente de crisis y las circunstancias.

14.   Analizar los pensamientos previos a la crisis y las expectativas, planes y el impacto del incidente en cada una de estas áreas.

15.   Asistir a la persona en la adaptación de creencias, expectativas y al hablar de si mismo

16.   Confrontar el suceso de crisis con las potencialidades y limitaciones de la persona

17.   Procurar fortalecer o cambiar los patrones cotidianos de desempeño de un rol y las relaciones con las personas a la luz del (los) incidente (s) de crisis

18.   Reflexionar con el paciente los cambios que pueden requerirse en cada una de las áreas principales

19.   utilizar sesiones de terapia, asignaciones de tareas para la casa y cooperación de la red social para facilitar el cambio en cada área

20.   Instruir sobre el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales

APLICACIÓN DE LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS A SITUACIONES DE RIESGO Y TRASTORNOS PSICOLÓGICOS

Depresión
Adicciones.
Trastornos Psicológicos por Adaptación a nuevas situaciones.

Enfermedades terminales, Accidentes,
Problemas de pareja y familiares.
Separación, divorcio, pérdida o duelo
Apoyo a víctimas de delitos sexuales.
Crisis del desarrollo o situacionales
Desarrollo infantil y adolescente.

Ideación y tentativa suicida.
Separación-individuación.

Manejo del estrés.
Estrés Postraumático

Reacción psicótica.

Despersonalización.

Disfunción sexual.

Violencia intrafamiliar.
Epilepsia, Sida, Cáncer

Depresión.                   Estrés.

Angustia.                     Pánico

Duelo.                          Fobia.

Adicción.                      Manía

Factores de protección

Capacidad del individuo para afrontar su propia existencia. Supone simplemente asumir la realidad vital y encararla con todas sus consecuencias.

Conciencia de llevar el «timón de vida» de su propia realidad y no de los acontecimientos.

La reflexión constante de deseos y anhelos que lleven por el rumbo hacia un destino apetecido.

Saber por sí mismo que es lo correcto y lo incorrecto en cada circunstancia.

Procurar establecer, concretar y controlar lo que se tiene que hacer y lo que se tiene que pensar.

Autonomía de ideas.

Capacidad para la vida afectiva y para el goce.

Construcción adecuada de la identidad personal.

Aptitudes y  habilidades laborales y lúdicas.

Factores  de riesgo

Limitación en el ejercicio de la libertad interna necesaria.

Priorizar necesidades innecesarias sobre las necesidades básicas.

Baja tolerancia a la frustración.

Autoestima dañada.

Construcción distorsionada de ideas.

Comunicación asertiva deficiente.

BIBLIOGRAFÍA

1.      Agonía, Muerte y Duelo. Lorraine Sherr. Ed. Manual Moderno.  México 1992.

2.      Ayuda breve y de emergencia. Martha Patricia Duarte Sánchez. COVAC, México 1992.

3.      Conceptualización General de la Víctima-Victimario y Sumario Jurídico. Venus María Castellón y Castellón. Editorial Universidad Autónoma de Querétaro. México 1995.

4.      Control emocional y salud mental. Merril F. Raber y George Dyck. Editorial Trillas. México 1991.

5.      Cuadernos sobre el comportamiento humano, No. 3 «La emoción» «La agresividad», y No. 10 «La crisis de la pareja» «Divorcio». Joan Corbella Roig. Editorial Folio, España 1994.

6.      Documento: «Acciones de Prevención en depresión y suicidio». Juan Carlos García Ramos. En elaboración.

7.      Documento: Guía para los miembros de la Clínica IMPPA. Raquel Rodosh de Heiblum. Instituto Mexicano de Psicoterapia Psicoanalítica para Adolescentes.

8.      El arte de morir, el arte de vivir. Ensayos sobre Desarrollo Humano. Ezequiel Nieto-Cardoso. México 1996.

9.      El arte de separarse.  Giusti, Eduardo. Editorial Alambra, México 1988.

10.  El poder de la persona. Carl Roger,  Ed. Manual Moderno, México 1990.

11.  El Sexo que se calla. Diana Sullivan Everstine y Louis Everstine. Editorial Pax México. México 1997.

12.  En búsqueda de soluciones (un nuevo enfoque en psicoterapia). W. Hudson O´Hanlon y M. Weiner Davis, Ed. Paidós, España 1990.

13.  Es Amor o es Adicción?. Brenda Schaeffer. Editorial Patria.

14.  Intervención en Crisis. Karl A. Slaikeu. Editorial Manual Moderno. México 1988.

15.  Intervención en las crisis. Gómez del Campo, José Francisco. Editorial Plaza y Valdés. México 1994.

16.  La comunicación (una experiencia de vida). Loreto García Muriel, Ed. Plaza y Valdés, México 1994.

17.  La diversidad de las emociones. Olbeth Hansberg. Editorial fondo de Cultura Económica.

18.  La pareja infiel. Herbert Strean. Editorial Pax-México.

19.  Manual de Capacitación: «Como mejorar la Autoestima y la Asertividad «. VII Jornada Universitaria para la Salud Mental , Universidad de Guadalajara. Noviembre 1996.

20.  Manual de Psicoterapia Intensiva. El proceso terapéutico. Centro de Intervención en Crisis. Guadalajara, abril 1997.

21.  Manual Diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Editorial Masson. España 1995.

22.  Manual: Centro de atención sociojurídica a víctimas de Delito Violento. Estela del Carmen Ruiz Camacho.  VI Encuentro de Instituciones que brindan apoyo psicológico por teléfono.

23.  Manual: Curso Taller «Intervención en Crisis». Una Alternativa en el Tratamiento de Urgencias Psicológicas. MC. S.P. Francisco José Gutiérrez Rodríguez, Colegio de Profesionales de la Psicología del Estado de Jalisco, A.C.

24.  Manual: Programación Neurolinguistica. Universidad de Guadalajara.

25.  Manual: VII Jornada Universitaria para la Salud Mental «Detección, manejo y prevención de crisis emocionales». Guadalajara, noviembre de 1996.

26.  Manuales de seguridad ciudadana: «Evite ser víctima de secuestro» y «Evite ser víctima». José Luis Trueba Buenfil y José Luis Trueba Lara. Editorial Promesa. México 1997.

27.  Material: Repercusiones psicosociales del estrés postraumático en una población de Damnificados de las explosiones en Guadalajara.

28.  Neuropsicofarmacología. Víctor Uriarte. Editorial Trillas, México 1988.

29.  Niños maltratados (Diagnóstico y Terapia Familiar). Stefano Cirillo y Paola Di Blasio, Ed. Paidós, España1991.

30.  Prevención y Psicoanálisis. Cecilia Moise. Editorial Paidós. México 1998.

31.  Problemas del campo de la salud mental. Cía Ricón, Silvia Di Segni y Colaboradores. Editorial Piados. Argentina 1991.

32.  Psicoterapia psicoanalítica focal y breve. Lluis Farre y Monserrat Martínez, Ed. Paidós, España 1992.

33.  Red de redes.  Nora Debas, Elina. Editorial Paidós, México 1991.

34.  Revista REDES No. 5. «Intervención en crisis con menores en riesgo». Charo Ventosa Villagrá y Magdalena Pola Maseda. Editorial Paidós. México 1999.

35.  Terapia del abuso sexual. Michael Durrant y Chevyl White. Editorial Gedisa, Barcelona 1993.

PSICOTERAPIAS BREVES

Publicado: agosto 6, 2010 en Uncategorized

PSICOTERAPIAS BREVES
(Psicoterapia Individual Breve de Orientación Dinámica)
Dr. Enrique Chávez- León
Coordinador del Área Clínica
Escuela de Psicología
Universidad Anáhuac

La psicoterapia breve de orientación dinámica puede definirse como una forma de intervención psicoterapéutica cuya finalidad es la resolución de un conflicto intrapsíquico específico que produce sufrimiento en el sujeto o malfuncionamiento en alguna de las esferas de su personalidad, en un período breve y determinado de tiempo.
Podemos determinar sus orígenes en la obra de Sigmund Freud, pues en 1906 resolvió satisfactoriamente el caso del director de orquesta Bruno Walter, en 6 sesiones, y en 1908 curó de impotencia al compositor Gustav Mahler en una sesión de 4 horas.
Dos de sus discípulos, Sandor Ferenczi y Otto Rank, publicaron, en 1925 El desarrollo del psicoanálisis, en donde propusieron establecer límites de tiempo, focalizar el tratamiento y una postura más activa por parte del terapeuta, para contrarrestar la pasividad del paciente. El primero subrayó la importancia de la franqueza, la empatía y la colaboración en la relación entre paciente y terapeuta; el segundo, la activación de la separación activada por el establecimiento de un tiempo en que finalizaba la terapia, así como la motivación del paciente
para el cambio. Wood, en una propuesta reciente (2003), propone el enfoque terapéutico utilizado por otro discípulo de Freud, Alfred Adler como una forma de psicoterapia breve, que consta de 20 sesiones y aún menos.
Alexander y French (1946), en su libro Terapia psicoanalítica: principios y aplicaciones cuestionaron la necesidad de un tiempo prolongado de terapia, además de una actitud terapéutica que permitiera al paciente vivir “una experiencia emocional correctiva”, flexible y que ajustará la duración y la frecuencia de las sesiones, evitando así la dependencia del paciente y el desarrollo de la neurosis de transferencia. Ambos pertenecían al Chicago Institute for Psychoanalysis, y a partir de 1938, retomaron el trabajo de Ferenczi y Rank, realizando su actividad de manera sistemática, con la participación de 9 psicoanalistas más; sus ideas causaron gran controversia, lo que provocó fueran ignoradas durante mucho tiempo. Fue hasta el período de 1960 a 1980, que se le dio legitimidad a la psicoterapia breve de orientación dinámica. Los principales representantes de este período fueron David Malan (discípulo de Balint, de la Clínica Tavistock, en Inglaterra), James Mann (de la Escuela de Medicina de Boston), Peter Sifneos (del Massachussets General Hospital, en Boston) y Habib Davanloo (del Hospital General de Montreal, Canadá). Estos cuatro terapeutas desarrollaron formas de psicoterapia basadas en un modelo teórico intrapsíquico.
Malan (1983) utiliza la técnica psicoanalítica, utilizando la interpretación del triángulo del insight (el conflicto nuclear infantil se manifiesta en los problemas del paciente, existiendo una conexión entre los patrones desadaptativos recurrentes presentes en la transferencia y los patrones de las relaciones pasadas y presentes) y del triángulo del conflicto (constituido por las pulsiones, las defensas y la angustia).
Davanloo (1978), discípulo de Malan, desarrolló la psicoterapia intensiva breve de orientación dinámica, cuya estrategia permite penetrar la barrera defensiva a través de una combinación de confrontación e interpretación constante. La confrontación produce sentimientos intensos que traen a la conciencia pensamientos, recuerdos y sentimientos inconscientes. El papel del terapeuta es el de “un sanador implacable”. A diferencia de otras formas de terapia breve, esta permite el abordaje de distintos conflictos y el manejo de pacientes con psicopatología crónica y grave.
La psicoterapia de tiempo limitado, propuesta por James Mann (1973), consiste en 12 sesiones, sosteniendo que un número concreto de sesiones enfrenta al paciente a elementos inconscientes relacionados con el paso del tiempo. El paciente revive con su terapeuta de forma sana la unión y la separación de la figura parental que le ha fallado y que se vive, por lo mismo, con ambivalencia y culpa.
Peter Sifneos (1992) estructuró una forma de psicoterapia breve que denominó “provocadora de angustia”, utilizando criterios de selección muy estrictos y el uso de interpretaciones dirigidas a un solo conflicto de tipo edípico. El número de sesiones oscila entre 6 y 20, que se determinan en las primeras entrevistas y el papel del terapeuta se ha descrito como el de un maestro que puede ver a través de las resistencias del paciente. Otros autores, de una forma de psicoterapia breve, la “ psicoterapia breve y de emergencia” son Leopold Bellak y Leonard Small (1970, 1988), que posteriormente Bellak denominó “psicoterapia breve, intensiva y de urgencia (1986). En esta última, estableció los lineamientos del manejo, en 6 sesiones, de diez trastorno psiquiátricos: depresión, “acting out”, suicidio, estados psicóticos agudos, las enfermedades físicas, sucesos catastróficos en la vida, fobias,
pánico y sentimientos de irrealidad del yo y del mundo.
A partir de la década de los 80’s aparecen formas de psicoterapia breve basadas en un modelo interpersonal, ya no tanto intrapsíquico, y sus autores utilizan, en muchos casos, por primera vez, manuales que guían su intervención terapéutica.
La justificación de este enfoque parte del hecho de que sin importar la gravedad de la psicopatología, las relaciones interpersonales constituyen el marco en que se interpreta el conflicto intrapsíquico.
Es el caso de Hans Strupp y Jeffrey Binder (1984), de la Universidad Vanderbilt con su “psicoterapia dinámica de tiempo limitado” y Lester Luborsky, de la Universidad de Pensilvania, con la “psicoterapia expresiva de apoyo” (Luborsky, 1984).
El Grupo de Investigación en Psicoterapia de Vanderbilt (Vanderbilt Psychotherapy Research Team) elaboró un manual que publicó con el título de “Psychotherapy in a new key” cuya finalidad además de establecer los lineamientos de la psicoterapia, es la de facilitar el aprendizaje de la técnica. Esta forma de psicoterapia está basada en una perspectiva interpersonal y en la teoría de las relaciones objetales. El número de sesiones propuesto es de una 25 sesiones, que se establecen desde el principio del tratamiento. El foco de la terapia son aquellos temas de las relaciones objetales que producen dificultad recurrente y que nuevamente se activan en la relación con el terapeuta. La relación terapeuta – paciente es un sistema en que la conducta de uno y otro se analiza y va modificándose. El papel del terapeuta es el de ayudar al paciente a identificar y comprender los patrones de comportamiento que interfieren habitualmente y se deben a supuestos erróneos que provienen de fases anteriores (Strupp y Binder,1984).
Con la descripción de estos enfoques manualizados termina la descripción de los principales representantes de la psicoterapia dinámica breve. En el próximo artículo se describirán las características generales de la psicoterapia dinámica breve.

Bibliografía
Alexander F y French T (1956). Terapéutica psicoanalítica: principios y aplicación. Buenos
Aires: Paidos.
Bellak L y Siegel H (1986). Manual de psicoterapia breve, intensiva y de urgencia. México:
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Bellak L y Small L (1970). Psicoterapia breve y de emergencia. México: Pax.
Bellak L y Small L (1988). Psicoterapia breve y de emergencia. México: Pax.
Davanloo H (1980). Basis principles and techniques in short- term dynamic psychotherapy. New
York Spectrum.
Luborsky L (1984). Principles of psychoanalytic psychotherapy. A manual of supportive-
expressive treatment. USA: Basic Books.
Malan DH (1983). Psicoterapia individual y la ciencia de la psicodinámica. Buenos Aires:
Paidos.
Mann J (1973). Time- limited psychotherapy. Cambridge: Harvard University Press.
Sifneos PE (1992). Psicoterapia breve con provocación de angustia. Manual de tratamiento.
Argentina: Amorrortu editores.
Strupp HH y Binder JL (1984). Psychotherapy in a new key: a guide to time-limited dynamic
psychotherapy. New York: Basic Books
Wood A (2003). Alfred Adler’s treatment as a form of brief therapy. Journal of Contemporary
Psychotherapy 33 (4), 287- 301.

REVISTA CUBANA DE PSICOLOGIA Vol. 17, No. 2, 2000

ACERCA DE LA DURACION

DE LOS TRATAMIENTOS

Y LA BREVEDAD EN PSICOTERAPIA

Jorge Luis Crespo Suárez, Policlínico Abel Santamaría, C. Habana

RESUMEN

El autor intenta organizar una serie de ideas relativas al tema de la duración de las intervenciones psicoterapéuticas, la búsqueda de brevedad para las mismas y el desarrollo de modelos de Psicoterapia Breve, tratando de responder preguntas como: ¿de qué variables puede depender el tiempo que tarda en ocurrir el cambio psicoterapéutico?, ¿qué elementos influyen en la elección del cambio que se pretende?, ¿por qué la «brevedad»?, ¿por qué una Psicoterapia Breve?, ¿qué puede querer decir «breve»?, ¿cuál es un tiempo de tratamiento «breve»?, ¿cuáles son los ajustes y movilizaciones realizados sobre las variables que regulan la duración del cambio, más frecuentes en Psicoterapia Breve?

ABSTRACT

The author makes an attempt to organize a series of ideas regarding the subject of the amount of time devoted to the spychotherapeutic interventions, the searching for its abbreviation and the development of short-term psychotherapeutic models, tring to answer questions like: On which variables depend the time where the psychotherapeutic change occurs?, which elements influence in the selection of the desired change?, why brevity and why a brief psychotherapy? What is the real meaning of brief? Which is the proper range of a shot-term psychotherapy?, and which are the adjustments and mobilizations performed over the variables regulating the period of time of the change more frequently used in Brief Psychotherapy?

¿De qué variables puede depender el tiempo que tarda en ocurrir el cambio psicoterapéutico?

En primer lugar hay que preguntarse qué cambio se pretende conseguir como efecto de la intervención y a través de qué mecanismo fundamental será este promovido. Esto es, suponiendo que cierta diversidad de efectos posibles puede ser atribuida y organizada en niveles de cambio, esos entredichos en las opciones explicativas que respecto a los determinantes del comportamiento las diferentes teorías existentes sostienen, y que una añorada Psicología General debiera contemplar en su totalidad. Luego, al decir niveles pensamos precisamente en cambios de relativa independencia, (Fiorini, 1973, 1984; Calviño, 1996) de diferente «valor», primero, porque aluden a un orden en la determinación del comportamiento, y segundo, porque se alcanzan en lo fundamental por medio de mecanismos que implican de manera diferente a cada persona en cuestión. Finalmente, cambios cuyo esfuerzo temporal para su consecución se puede afirmar será relativamente distinto.

En segundo lugar habría que contemplar qué persona pretende este cambio. Por ello se enfatiza la evaluación de las características de personalidad de las personas que demandan ayuda psicológica para estimar el grado de receptividad de las misma a la ayuda y predecir el éxito y la duración de los tratamientos. (Malan, 1976; Sifneos, 1979)

Del mismo modo y en tercer lugar hay que tener en cuenta qué terapeuta es el encargado de facilitar el cambio. Qué sexo, qué edad, qué historia personal, qué historia profesional, son algunas de las cuestiones que se sabe pueden influir desde este lugar en el curso de toda intervención y por supuesto en su duración. En cuarto lugar está lo que puede ser llamado la «calidad operativa de la relación que vehiculiza el cambio que se pretende. Rapport, alianza de trabajo o terapéutica, transferencia, son algunos de los términos a que remite este aspecto que, resumidamente, alude al grado en que ambos participantes se involucran de manera productiva según propósitos compartidos.

Y por último, el set técnico montado para promover el cambio buscado. En sentido general y esencial el grado en que es consecuencia al mismo tiempo de una teoría que lo avala y de una práctica que lo respalda.

Cada una de estas variables seguramente juega su papel independiente en el efecto de duración de la intervención psicoterapéutica; no obstante, la comprensión de este efecto es más factible buscarla en la resultante de la interinfluencia que tendrá lugar siempre por la confluencia inevitable de las mismas.

¿Qué elementos influyen en la elección del cambio que se pretende y de los mecanismos?

Pensemos en:

1– las características conjugadas de la situación de consulta: 1- la situación emocional, económica, etc., particular del demandante, habría que decir, todo lo que viene en su demanda; 2- la situación personal y profesional del terapeuta, el impacto transferencial que la demanda de aquel provoca en él, y; 3- la situación socio-instrucional en la que se realiza la intervención,

2– el modelo teórico asumido, las posiciones particulares respecto a los determinantes del comportamiento, a los mecanismos de cambio, etc., y

3– las concepciones éticas que llegan a autorizar determinadas posturas teóricas y sus consecuencias técnicas, y a desautorizar otras.

Claro que estos elementos pueden privilegiarse indistintamente en la mente y el hacer de los profesionales. Lo mismo a partir de cierta ética se delimita una concepción del cambio a seguir, como puede hacerse a partir de la situación de consulta tal y como es percibida, vivida e intrepretada por el profesional.

¿Por qué la Brevedad, por qué una Psicoterapia Breve?

Existen ciertas razones prácticas que justifican el empuje profesional, a la vez que dan cuenta seguramente de muchos lances no profesionales, hacia el tema de la brevedad y de la Psicoterapia Breve. Esencialmente estas han tenido que ver con las necesidades y pretensiones de abarcar a un mayor número de personas en la asistencia, de acercar la opción asistencial a deteminados sectores «demandantes» que por diversas cuestiones no son alcanzados. Por ejemplo:

  • atender mayor diversidad de problemáticas, patologías, etc.
  • atender a aquellos que no tienen tiempo para tratamientos prolongados

-atender a quienes no tienen tienen dinero para costear largos períodos de tratamiento

-atender a aquellos que no da tiempo de atender

-atender con menor costo para clínicas y compañías involucradas

  • atender satisfaciendo las expectativas de los clientes (rapidez, eliminación de síntomas molestos, etc.)
  • atender previendo el abandono o deserción de los pacientes luego de las primeras sesiones
  • atender las urgencias
  • atender en las instituciones según sus prescripciones normativas.

Ahora, no se puede hablar de búsqueda de brevedad y menos de Psicoterapia Breve cuando la presión de esta situación tan sólo haya aportado a algunos profesionales la intensión de lograr tener mayor cantidad de personas en tratamiento por lo general haciendo ajustes directos sobre las opciones temporales de los tratamientos (duración de las sesiones, frecuencia, número), sin una renovada preocupación por la efectividad.

El tópico de la brevedad y el camino hacia lo que se tome por Psicoterapia Breve tienen que ver con el aporte, ante la misma situación, de la intención de desarrollar tratamientos psicoterapéuticos efectivos en tiempos reducidos1. La pregunta entonces sería: ¿cómo hacer psicoterapia, con efectividad, en períodos de tratamiento «breves».

Al campo de la Psicoterapia Breve entrarían pues todas aquellas intervenciones especializadas diseñadas bajo la aspiración y esfuerzo por obtener el cambio terapéutico propuesto en un tiempo de tratamiento «breve». Por tanto, no son tratamientos eventualmente cortos, sino modelos especialmente diseñados para en un lapso de tiempo «breve» alcanzar ciertos efectos deseables.

Luego, retomando el inicio, la especialización que haga a un enfoque terapéutico un modelo de Psicoterapia Breve va a tener que ver ineludiblemente con las movilizaciones y ajustes que en los mismos se realicen sobre aquellas variables que regulan la duración de las intervenciones, esto es, sobre las variables de las que puede depender el tiempo que tarda en ocurrir el cambio terapéutico. Lo cual no necesariamente involucra a cada una de estas variables, pudiendo concentrarse sobre una sola de ellas o en unas más que en otras en todas las combinaciones posibles.

Más, ronda antes la siguiente cuestión: ¿qué puede querer decir «breve»?, ¿cuál es un tiempo de tratamiento «breve»? Pues aquél que se pretende tomando básicamente como puntos de referencia:

  1. el tiempo limitado de que dispone, que exige o espera quien demanda, por las razones que se tengan en cuenta (p.e. económicas, circunstanciales, emocionales, etc.).
  2. las disponibilidades temporales de los profesionales para brindar servicio a la población que les demanda, por las razones que sean (p.e. excesivo número de demandantes, actividades colaterales, contextos institucionales, etc.).
  3. 1 Querer tener más personas en consulta no es lo mismo que desear concluir los tratamientos en tiempos reducidos. Los terapeutas harán bien en tener claro qué los empuja más, una cosa puede no tener nada que ver con la otra. Esto es, por un lado estamos hablando de ampliación de la capacidad asistencial sin más implicación, y por otro de sumar la búsqueda de efectividad y eficacia terapéutica asociadas al consumo de menores tiempos en tratamiento.
    El tiempo de duración promedio de las llamadas intervenciones psicoterapéuticas prolongadas o de larga duración (p.e. psicoanálisis vs psicoterapia dinámica breve) de referencia inmediata para los profesionales.

Es decir, una intervención psicoterapéutica es «breve» tomando como referencia el punto de vista del paciente, sus exigencias, el punto de vista del profesional, su tiempo, y/o, por oposición, los modelos de los que se derivan, sin que necesariamente exista correspondencia alguna entre estas posibilidades. Esto es, lo que es breve para el terapeuta, no necesariamente lo es para quien demanda, o, lo que es breve por oposición al modelo de origen no tiene por qué serlo para ninguno de aquellos dos en sus situaciones respectivas. Un ejemplo más. Entre los modelos de psicoterapia dinámica breve expuestos hay algunos concebidos para una duración promedio de veinte a veinticinco sesiones (Budman, 1981; Crist-Christop y Barber, 1991). En la situación actual de la práctica psicoterapéutica en nuestro país se podría decir que la duración promedio de los tratamientos muy probablemente a duras penas ronda la mitad de aquella por razones que no es momento de exponer, por tanto, estos modelos no serían de duración «breve» si se tomara como

referencia esta situación profesional. Sin embargo, sí lo son tomando como referencia al modelo psicoanalítico, del cual parten, donde con regularidad los tratamientos sobrepasan suficientemente esta duración.

Lo de «breve», entonces, no es una alusión directa a un rango temporal específico, fijo, en ninguna de sus variantes, aunque este pueda existir como promedio de manera acordada e incluso como un recurso técnico más (Mann, 1991). Es un término relativo que precisará para establecerse de algún punto de referencia al estilo de los anteriores.

Por último entonces, ¿cuáles son los ajustes y movilizaciones realizados sobre las variables que regulan la duración del cambio, más frecuentes en Psicoterapia Breve?

Puede decirse que la variable más controvertida al definir la especialización de la mayoría de los modelos de Psicoterapia Breve ha sido qué cambió se pretende. La movilización más frecuente de esta variable ha encontrado su expresión en la llamada estrategia de Objetivos Limitados (Braier, 1984; Defey, Elizalde, Rivera, 1995), cuya significación es que implica hacer cierta concesión en torno a los objetivos del modelo de partida para aspirar «a menos» y plantearse un cambio de «menor alcance», más modesto2.

Otra de las más explotadas es la referida a qué persona, ahora a través de las especificaciones y controles de esas faces previas de evaluación y selección de pacientes donde se realiza la admisión o no para tratamiento de aquellas personas que cumplen con los criterios establecidos por cada model terapéutico en cuestión y que funcionan como predictores del éxito. Este elemento, unido al de las exigencias que se plantean a los terapeutas (qué terapeuta) respecto al desarrollo y/o control de ciertas habilidades y actitudes (más activo-directivo, menos interpretativo, menos frío, más creativo y flexible), ambos en conjunción, procurarán garantizar aquella «calidad» operativa de la relación vehículo del cambio que usualmente va a quedar expresada en la prescripción de búsqueda y desarrollo de la mentada alianza terapéutica. (Bellack y Small, 1988)

En cuanto al montaje del set técnico, aunque no es lo único, se pueden señalar en Psicoterapia Breve dos expresiones prácticamente similares o cuando menos consecutivas que resumen la mayor tendencia: 1) la relativa al énfasis en la planificación del tratamiento, 2) y la relativa al desarrollo de la técnica de foco o focal, eje de la primera. Estas significan el intento de lograr una mayor estructuración de la tarea terapéutica para ambos participantes de inicio a fin del tratamiento, sea este de objetivos limitados o no, para un aprovechamiento supuestamente más óptimo. (Strupp y Binder, 1989)

Finalmente, puede decirse que los modelos de Psicoterapia Breve más eficientes seguramente llegarán a ser aquellos que con mayor certeza y claridad efectúen la combinación de todas aquellas variables que puedan considerarse implicadas. Por ahora, qué cambio, qué persona, qué terapeuta, qué relación, qué técnica.

REFERENCIAS

1. BELLACK, L y L. SMALL (1988): Psicoterapia Breve y de Emergencia. (2da.Ed.). Editorial Pax México. México.

2. BRAIER, E.A. (1984): Psicoterapia Breve de Orientación Psicoanalítica. Ediciones Nueva Visión. Bs.As.

2 Supuesto implícito relativo a la idea de niveles de cambio.

3. BUDMAN, S.H. (1981): Forms of Brief Therapy. The Guilford Press. New York.

4. CALVIÑO, M. (1996): Orientación Psicológica. (en imprenta).

5. CRIST-CHRISTOPH, P. y J.P. BARBER (1991): Handbook of Short-Term Dynamic Psychotherapy. Basic Books.

6. DENISE, D.; J.H. ELIZALDE y J. RIVERA (1995): Psicoterapia Focal. Intervenciones Psicoanalíticas de Objetivos y Tiempos Definidos, por Editorial Roca Viva. Montevideo-Uruguay. 1995. (p.115-141).

7. FIORINI, H. (1973): Teoría y Técnica de Psicoterapias. Ediciones Nueva Visión. Bs.As

8. _________ (1984): Estructuras y Abordajes en Psicoterapia. Editorial Mairena. Bs.As.

9. MALAN, D.H. (1976): «The Frontier of Brief Psychotherapy». Plenum Medical Book Company. New York and London.

10. MANN, JAMES (1991): «Time limited Psychotherapy», en Handbook of Short-Term Dinamic Psychotherapy, por P. Crist-Cristoph & J.P. Barber. Basic Books. New York 1991 (p.17-44).

11. SIFNEO, P. (1979): «Short-Term Dynamic Psychoterapy». Plenum Medical Book Company. New York and London.

12. STRUPP, H. y J.L. BINDER (1989): «Una nueva perspectiva en psicoterapia». Guía para la Psicoterapia Dinámica de Tiempo Limitado. Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao.

MARCO DE REFERENCIA
Si bien el término Psicoterapia Breve nace con una fuerte connotación psicoanalítica, cierto también es que hoy por hoy el contexto psicoanalítico es ampliamente rebasado por las necesidades actuales en el campo de la psicoterapia, tales como un aumento en la demanda de la misma por una parte y por otra de forma económicamente costeable en cuanto a dinero, tiempo y número de participantes, de igual manera el tradicional pensar respecto de que la psicoterapia sólo se requiere en ciertos ámbitos como la practica privada y en instituciones del sector salud, sea en servicio a la comunidad o institucional psiquiátrica, también es una perspectiva prácticamente abandonada o en franca declinación.
Por otra parte el añejo concepto de psicoterapia breve se ve también en la necesidad de actualizarse de una manera multi e interdisciplinariamente no sólo al interior de la disciplina misma, es decir en el campo de la psicoterapia con sus diversas teorías y estrategias de intervención, sino con otras disciplinas, algunas de las cuales siempre de una forma u otra han estado relacionadas con la psicoterapia tales como la medicina, sociología, antropología etc. en tanto otras tales como el derecho habían venido evadiendo mutuamente el inevitable encuentro para derivar finalmente en el claro entendimiento de que una forma también de psicoterapia breve es p. ej. la asesoría psicojurídica e incluso la mera asesoría jurídica es considerada de la misma manera, para mediar entre los actores de una querella, es decir que le permita diferenciar a los mismos entre una mera queja y las repercusiones de una denuncia.
Por lo anterior es que se han fortalecido aspectos de la psicología descuidados como la psicología forense o la psicología criminal que poseen su propia manera de enfocar a la Psicoterapia Breve, no haciéndola exclusiva de los terapeutas sino también de abogados, ministerios públicos, policía etc.
Obviamente el tradicional campo restringido de la psicoterapia, como se mencionaba en un principio se ve abruptamente ampliado por las nuevas exigencias sociales, que puntualizan campos ya existentes de aplicación de la psicoterapia breve, pero que hoy en día se especifican formalmente como el caso ya referido de la psicología legal, o la orientación educativa. Cabe recordar que estas necesidades urgentes o exigencias sociales se derivan de CRISIS algunas previstas otras novedosas, que nos exigen una respuesta rápida y eficiente un ejemplo de esto es el aumento abrupto de víctimas de delitos como violación, secuestro etc. Víctimas que requieren la forma rápida y eficiente de la Psicoterapia Breve que incluya todas aquellas técnicas de intervención breve.
Lo anterior requiere una forma actual de psicoterapia breve acorde con la situación actual de cambios rápidos, en una cierta cultura de violencia social, donde se intervenga psicoterapéuticamente desde el primer contacto pudiendo ser el único o teniendo más tiempo, ya que la psicoterapia breve puede aplicarse desde las condiciones controladas de un ámbito de practica privada hasta la frecuentemente sesión única de una víctima de delito sexual.
Finalmente establezcamos que por Psicoterapia Breve se entiende en la actualidad prácticamente la mayoría de las técnicas de intervención de todo enfoque teórico- practico solo con aquellas excepciones que claramente salen del marco de intervención breve como el Psicoanálisis ortodoxo, y que el modelo que media entre las pacientes y las técnicas es el de Intervención en Crisis y es el que dicta sus dos formas de intervención: de primer orden y de segundo orden o terapia multimodal
en crisis.
JUSTIFICACIÓN
Ante la demanda cada vez mayor de atención psicológica a la población en sus distintos sectores se hace necesario un conocimiento y entrenamiento en distintas técnicas psicoterapéuticas que permitan una perspectiva amplia, eficaz y sencilla que en diferentes circunstancias requieran de este tipo de intervención, siendo el rubro Psicoterapia Breve aquel que abarca todas las formas de intervención y el modelo de Intervención en Crisis el que nos indica como aplicar estas técnicas, de ahí que se hace indispensable que los alumnos de noveno semestre de la Carrera de Psicología conozcan ambos aspectos como la forma más eficiente de intervención en prácticamente cualquier problema o conflicto de orden psicológico.

INTERVENCIÓN EN CRISIS

Publicado: agosto 6, 2010 en Uncategorized

Los cinco componentes de los primeros auxilios emocionales

en la intervención en crisis.

  1. Resumen.
  2. ¿Cuáles podrían ser los principios de una intervención en crisis?
  3. Los cinco componentes de los primeros auxilios emocionales
  4. Orientaciones técnicas finales en consejería
  5. Referencias Bibliográficas

Resumen.

Todo terapeuta de la salud mental necesita de una herramienta importantísima en su práctica diaria, en este caso todo el conocimiento teórico y práctico posible para intervenir las crisis psicológicas que no estamos exentos de sufrir ninguno. Se impone un reto: Conocer para transformar. Exponemos las ideas que son trascendentales en el algoritmo de un paciente en crisis sea cual sea su causa. Para conceptuar este término pudiéramos definirlo como un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.

Palabras Claves: Intervención en crisis, valores, crisis, enfrentamiento, conflicto, desequilibrio, salud mental, oportunidad, meta, valoración.

A lo largo de la vida de todos los seres humanos se nos presentan una serie de sucesos que llevan a enfrentar un estado emocional tal que de no ser resuelto adecuadamente nos arrojaría a un desequilibrio total, o sea, a lo que en Psiquiatría llamamos: crisis.

Para conceptuar este término pudiéramos definirlo como un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del sujeto para manejar situaciones particulares, utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.

Una crisis es también un momento en la vida de un individuo, en el cual debe enfrentar, de manera impostergable, una situación de conflicto de diversa etiología, la cual es incapaz de resolver con sus mecanismos habituales de solución de problemas, debido a que el sujeto presenta una pérdida de control emocional, se siente incapaz e ineficaz y está bajo la presión del tiempo para resolver el conflicto.

Una persona que atraviesa por un estado de crisis se encuentra en una etapa vivencialmente importante para continuar el curso de su vida. No importa qué tipo de crisis sea, el evento es emocionalmente significativo e implica un cambio radical en su vida. El individuo enfrenta un problema ante el cual sus recursos de adaptación, así como sus mecanismos de defensa usuales no funcionan. El problema rebasa sus capacidades de resolución y por lo mismo se encuentra en franco desequilibrio. Como resultado de todo esto la persona experimenta una mayor tensión y ansiedad, lo cual la inhabilita aún más para encontrar una solución.

Se producen por el surgimiento de dificultades en la propia evolución de la familia, las que implican trabas en la reorganización de las pautas familiares frente a cambios en el rol de algún miembro de la familia

La intervención llevada a cabo por los profesionales de la Salud Mental, puede ofrecer una ayuda inmediata para aquellas personas que atraviesan por una crisis y necesitan restablecer su equilibrio emocional. La intervención terapéutica resulta tan atingente como la de un paramédico cuando procede a proporcionar soporte de vida a un herido de gravedad.

Los métodos por los cuales se auxilian a las víctimas de una crisis a lograr su recuperación son conocidos genéricamente como técnicas de intervención en crisis, y tienen un par de propósitos esenciales:

a) Restablecer la capacidad del individuo para afrontar las situaciones de estrés en las que se encuentra.

b) Proveer asistencia a estos individuos para reordenar y reorganizar su mundo social destruido.

Existen otros enfoques útiles para el abordaje del trauma y crisis emocionales con matices distintos a intervenciones comunes, por ejemplo; los primeros auxilios emocionales o traumatología emocional y la psicoterapia breve, intensiva y de urgencia.

¿Cuáles podrían ser los principios de una intervención en crisis?

  • Oportunidad: La terapia breve de urgencia con tiempo limitado, es el tratamiento que se elige en situaciones de crisis; el proceso de ayuda para que las personas puedan recuperar el equilibrio después del incidente puede tomar en promedio de 1 a 6 semanas. Puesto que la experiencia de crisis es un periodo de alto riesgo para la persona como para su familia, se requiere que la ayuda esté disponible de modo inmediato y en una ubicación de fácil acceso. El énfasis en la oportunidad se calcula para reducir el peligro y, al mismo tiempo, para capitalizar la motivación del paciente para hallar un nuevo planteamiento para enfrentarse con las circunstancias de la vida.
  • Metas: Ayudar a la persona a recuperar un nivel de funcionamiento equilibrado que tenía antes del incidente que precipitó la crisis o potencialmente creativo que le permita superar el momento crítico.
  • Valoración: Es importante que la valoración abarque tanto la fortaleza como la debilidad de cada una de los sistemas implicados en la crisis. La información acerca de qué está vulnerable en la vida de una persona se complementa con la información acerca de qué es aún funcional. Las fuerzas y recursos sociales pueden y deben utilizarse para ayudar a una persona a arreglárselas con la crisis. (En este acápite se hace imprescindible tener en cuenta el Perfil CASIC: Conductual, Afectiva, Somática, Interpersonal y Cognitiva)

No podemos dejar de tener en cuenta los cinco componentes de los primeros auxilios emocionales:

  1. Realización del contacto psicológico: Se define este primer contacto como empatía o «sintonización» con los sentimientos de una persona durante una crisis. La tarea primaria es escuchar cómo la persona en crisis visualiza la situación y se comunica cualquiera que sea el entendimiento que surja. A si mismo, se debe invitar a la persona a hablar, escuchar lo mismo de lo que paso y la reacción de la persona ante el acontecimiento, establecer lineamientos reflexivos, y así cuando los sentimientos están presentes de manera obvia. Existen varios objetivos para la realización del primer contacto psicológico, el primero es que la persona sienta que la escuchan, aceptan, entienden y apoyan, lo que a su vez conduce a una disminución en la intensidad de la ansiedad; el contacto psicológico sirve para reducir el dolor de estar solo durante una crisis, pero en realidad se dirige a algo más que esto.
  2. Analizar las dimensiones del problema: La indagación se enfoca a tres áreas: pasado inmediato, presente y futuro inmediato. El pasado inmediato remite a los acontecimientos que condujeron al estado de crisis. La indagación acerca de la situación presente implica las preguntas de «quién, qué, dónde, cuándo, cómo»; se requiere saber quién está implicado, qué pasó, cuando, etc. El futuro inmediato se enfoca hacia cuáles son las eventuales dificultades para la persona y su familia; por ejemplo: las necesidades que puede tener un adolescente para pasar la noche o la semana, después de haberse fugado de la casa.
  3. Sondear las posibles soluciones: Se refiere a identificación de un rango de soluciones alternativas tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después, identificadas de manera previa. Esto es llevar a la persona en crisis a generar alternativas, seguido de otras posibilidades. Una segunda cuestión es la importancia de analizar los obstáculos para la ejecución de un plan en particular.
  4. Asistir en la ejecución de pasos concretos: Involucra ayudar a la persona a ejecutar alguna acción concreta, el objetivo es en realidad muy limitado: no es más que dar el mejor paso próximo, dada la situación. El interventor tomará una actitud facilitadora o directiva en la ayuda al paciente para tratar con la crisis.
  5. Seguimientos para verificar el progreso. Implica el extraer información y establecer un procedimiento que permite el seguimiento para verificar el progreso. El seguimiento puede suceder mediante un encuentro cara a cara o por teléfono. El objetivo es ante todo completar el circuito de retroalimentación, o determinar si se lograron o no las metas de los primeros auxilios psicológicos: el suministro de apoyo, reducción de la mortalidad y cumplimiento del enlace con fuentes de apoyo.

Orientaciones técnicas finales en consejería:

  • Insistir en la búsqueda de medidas de autoprotección
  • Facilitar la expresión del dolor
  • Mantener la noción de intervención temprana permanentemente
  • Utilizar el reencuadre de normalización
  • Enfatizar el análisis transgeneracional del hecho
  • Extender el tiempo de duración de la crisis.

Referencias Bibliográficas:

  • Lorraine, S. (1992). Agonía, Muerte y Duelo. México: Manual Moderno.
  • Duarte Sánchez, P. (1992). Ayuda breve y de emergencia. México: COVAC Ediciones.
  • Raber, M, Dyck, G. (1991). Control emocional y salud mental. México: Trillas.
  • O´Hanlon, M, Weiner, D, Hudson, W. (1990). En búsqueda de soluciones: un nuevo enfoque en psicoterapia. Barcelona, España: Paidós,
  • Slaikeu, K. (1988). Intervención en Crisis. México: Manuel Moderno.
  • Farre, L, Martínez, M. (1992). Psicoterapia psicoanalítica focal y breve. Barcelona, España: Paidós,
  • Debas, N. (1991) Red de redes. México: Paidos.

Autor:

Ariel Calderón Rodríguez.

Datos Curriculares:

  • Doctor en Medicina, graduado en 1996.

  • Especialista de Primer Grado en Medicina general Integral, graduado en 2001.

  • Diplomado en Salud Mental, graduado en 2002.

  • Master en Psiquiatría Social, graduado en 2003.

ariel.calderon@infomed.sld.cu